PARAPENTE

Aunque proviene del paracaidismo, al que recuerda en la forma, ha evolucionado de forma completamente diferente, hasta el punto de tener muy poco que ver con el paracaidismo y mucho con el ala delta y otras formas de vuelo libre. Con el parapente se vuela, llegando a recorrer distancias de mas de 100 Km., y alcanzando alturas de varios miles de metros (por supuesto no es lo habitual, ni mucho menos). Ademas al estar hecho de tela, se puede guardar en una mochila que cabe en el maletero de un automovil, siendo el artilugio volador mas sencillo y ligero.
Características, seguridad y clases de vuelo
Las alas de parapente están especificadas para vuelos individuales o dobles. Los primeros los realizan pilotos experimentados y certificados por Fedeaéreos (Federación de Deportes Aéreos de Colombia) con no menos de seis años de experiencia. Los vuelos dobles o tándem, son aquellos en que va un pasajero y el piloto que se encarga de maniobrar el ala.

De la misma manera, por las condiciones climáticas, los lugares en los que se desarrolla parapente se conocen por dos modalidades de vuelo:
Vuelos dinámicos:
Los dinámicos son cuando hay un viento constante de frente que choca contra la montaña y genera ascendencia y la suspensión de los parapentistas.
Vuelos térmicos:
Los vuelos térmicos se hacen en zonas áridas en la que se producen ciclos de aire caliente que sube e impulsa el vuelo.
Y así como las condiciones del estado del tiempo deben garantizar la seguridad de los parapentistas, es lógico que el equipo de vuelo esté dotado con los implementos reglamentarios:
  • dos sillas con protección dorsal,
  • cascos,
  • paracaídas de emergencia
  • y radioteléfono.

Bajo el cielo de Colombia está garantizada la práctica del parapente, por los experimentados pilotos y los mágicos sitios para sobrevolar. Las condiciones se dan para abrir la puerta del sueño, entrar, cumplirlo y vivirlo.

Arriba, durante la suspensión del vuelo mágico, la sensación será indescriptible; mientras que abajo, y al mirar al cielo, el regocijo por comprobar que si los sueños existen, es porque se pueden cumplir; un momento para mirar las aves sin envidia, pero sí con la complicidad de quien es capaz de hacer lo mismo.